Cuánto vale una restauración?
La gente que trabaja en el área de museos con el patrimonio cultural tiene otra mirada hacia una pieza antigua que el comerciante. Los primeros ven en ella el valor histórico y tratan de conservarla sin contar las horas que implica semejante tarea.
Un comerciante normalmente quiere revender el objeto y además prefiere que luzca “impecable”. Para él la restauración tiene que ser invisible y “casi gratis”. En el medio están los coleccionistas que muchas veces tienen una relación emotiva con sus piezas.
Cuando uno tiene un objeto antiguo (también puede ser o un objeto de arte nuevo) y lo quiere hacer restaurar tiene que preguntarse cuánto vale esta pieza para él y cuanto quiere gastar. Hay intervenciones que no requieren mucho tiempo de trabajo y por lo tanto no son muy caras. Pero, por otro lado, muchas veces la restauración lleva mucho tiempo y así puede resultar que el trabajo cueste más que el valor real (o emotivo) de la pieza. Hay tareas que necesitan horas de trabajo. Éste después no es “visible”: Así ocurrió en la restauración de la jarra que pueden ver más abajo. Remover el viejo pegamento y limpiar minuciosamente cada lado de cada fragmento llevaba demasiado horas! Más que el trabajo de “arreglarla”: pegar, rellenar, lijar y colorear...
Si una persona quiere dar tal trabajo a un profesional, tiene que ser consciente del valor del mismo y pensar bien si le conviene encargarlo.
Y no hay que olvidar que una buena restauración también es un trabajo artístico con su propio valor, y no sólo una reparación para cubrir un daño!
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